Trujillo, Perú .- En un mensaje titulado «La paz es fruto de la justicia» (Is 32,17), el Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y del CELAM, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, condenó la violencia desatada en Chile y en varios países de América Latina y El Caribe, e hizo un llamado a «buscar la paz a través del diálogo» para encontrar soluciones reales orientadas al bien común».
«Deseo expresar mi más fuerte rechazo a la violencia, sea cual sea su origen, y apelar a los gobernantes y las autoridades de nuestra región a que implementen políticas concretas y reales que garanticen la promoción de la persona humana y el bien común basado en los derechos fundamentales de libertad, respeto, equidad, justicia y cuidado de nuestra casa común, para que nuestros pueblos puedan tener un desarrollo humano integral», señala Monseñor Cabrejos.
El prelado peruano expresó su pesar y preocupación la violencia «que afecta a familias enteras, especialmente en Bolivia, Venezuela, Haití, Honduras, Nicaragua, Puerto Rico, Ecuador, Chile y Perú» y consideró que las causas de esta situación «se encuentran en la corrupción, en las democracias imperfectas y en situaciones de pobreza, desigualdad, desempleo o precariedad, en la mala calidad y cobertura de los servicios de salud, educación y transporte que han provocado un gran descontento. En toda nuestra región hay una especie de explosión social sin precedentes», aseguró.
«Es importante recordar que la política, que es sobre todo un servicio, no está al servicio de las ambiciones individuales ni del poder de cierto grupos, porque la inmunidad de la que disfrutan muchos políticos nunca debería convertirse en impunidad», insiste el arzobispo de Trujillo.
Monseñor Cabrejos Vidarte recuerda las palabras de la Comisión Permanente la Conferencia Episcopal Chilena al expresar «la profunda solidaridad y cercanía a la Iglesia y al pueblo chileno que sufre la violencia, que afecta especialmente a las personas más humildes y vulnerables. La gente no solo está cansada de la injusticia, sino también de la violencia».
Monseñor Cabrejos Vidarte explica que la Iglesia en América Latina y el Caribe es un solo cuerpo y «cuando una parte de ese cuerpo sufre, toda la Iglesia sufre, comparte su dolor, pero también su esperanza».
A continuación el mensaje completo de Mons. Cabrejos: