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El CELAM cogestionará proyectos sociales hasta ahora únicamente a cargo de la Fundación “Populorum Progressio”, por decisión del Papa Francisco.
Así, la entidad pasará a seleccionar los proyectos beneficiarios, mientras que el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, al que estaba adscrita la fundación, se encargará solo de la administración de los fondos.
El cambio también implica la supresión de la Fundación y su reemplazo por el Fondo “Populorum Progressio”.
La información se dio a conocer el pasado 16 de septiembre, a través de un Rescripto publicado en el periódico del Vaticano L’Osservatore Romano y en el comentario oficial del Acta Apostolicae Sedis.
Motivaciones
El CELAM cogestionará proyectos sociales para promover una mayor vinculación con las iglesias locales y hacer más efectivos los programas de desarrollo integral en las comunidades indígenas y afrodescendientes “más olvidadas y pobres de América Latina”, señala el medio.
“Con el deseo de que la ayuda al desarrollo de los proyectos siga siendo una expresión de la caridad del Papa, pero sin tener su centro en la Curia Romana, y también en la línea de la simplificación, he confiado al CELAM la tarea de ayudarnos en el análisis de los proyectos y en su realización”, manifestó el Santo Padre, durante una audiencia con los miembros del consejo de administración de la Fundación.
De esta manera, enfatizó que el nuevo Fondo «mantiene su misión y sigue siendo una obra de caridad del Papa».
La elección de Francisco se enmarca en la reforma de la Curia Romana, que, según sus propias palabras, «está dando lugar a una serie de cambios necesarios».
El Papa encomendó la tarea de emitir el reglamento del nuevo Fondo al prefecto del Dicasterio, Michael Czerny.
Asimismo, aprovechó la audiencia para recalcar que “los pobres no deben ser vistos como destinatarios de una obra de beneficencia” y que, más bien, “deben ser parte activa del discernimiento de las necesidades más urgentes”.
Cómo surgió la Fundación “Populorum Progressio
El Fondo nació en 1969, en el segundo aniversario de la Encíclica Populorum Progressio, promulgada por el Papa Pablo VI. Su objetivo fue ayudar a los campesinos pobres y promover la reforma agraria, la justicia social y la paz en América Latina.
Posteriormente, en 1992, Juan Pablo II constituyó la Fundación, como «un gesto de amor de la Iglesia en solidaridad con los más abandonados y necesitados de protección, como son las poblaciones indígenas, mestizas y afroamericanas».
Fuentes: Vatican News y Vida Nueva Digital
