Valle de Ángeles, Honduras.- Con una declaración que expresa su preocupación frente a la «realidad de dolor y sufrimiento de nuestro pueblo pobre que sufre los rigores de la exclusión, el hambre y la miseria», concluyó el XIX Congreso Latinomericano y El Caribe de Cáritas, que se llevó a cabo en el municipio de Valle de Ángeles, Honduras, del 3 al 7 de febrero, bajo el lema «Iglesia en salida que transforma y cuida la Casa Común». En el encuentro, los participantes discernieron sobre «la falta de oportunidades de desarrollo; la migración forzada; el tráfico de personas, la fragilidad democrática, como resultado de la corrupción; el extrativismo voraz que daña y destruye la Casa Común y otros males causados por el egoísmo de un modelo económico que reduce al ser humano a la categoría de consumidor desechable cuando no responde a las exigencias del mercado».
Durante la jornada de reflexión se desarrollaron «Talleres para la identificación de tendencias y desafíos en América Latina» y «Talleres de nuevos caminos a partir de nuestras experiencias», en temáticas sobre: Migración, Cuidado de la Casa Común, Economía Solidaria, entre otros.
El Congreso de Cáritas participaron, entre otros, el Cardenal Luis A. Tagle, Presidente de Caritas Internationalis, con una ponencia sobre ¿Cómo Caritas escucha y da respuesta a los clamores de los más empobrecidos?
En tanto, el Cuidado de la «Casa Común», el «Buen Vivir» como una alternativa al desarrollo y la mirada a la realidad pastoral y al trabajo de las Caritas fueron temas desarrollados por Mons. José Luis Azuaje, Presidente de Caritas América Latina y el Caribe y por el P. Francisco Hernández, Secretario Ejecutivo.
Durante el último día de actividades los participantes fueron provocados a reflexionar a partir de la siguiente pregunta: ¿Cómo la Cáritas oye y responde a los gritos de los empobrecidos a partir de su experiencia? Esta reflexión fue asesorada por el secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, Bruno Marie-Duffe. Entre los destaques de su exposición, el secretario señaló que la identidad de la misión de Cáritas está identificada con cuatro verbos: acoger, promover, sostener y acompañar con la caridad de Dios, y que su trabajo está en llevar adelante la verdadera Iglesia en salida.
La declaración final del Congreso también destaca que: «Asumimos la invitación que el Papa Francisco nos hace para que América Latina se abra al camino de la paz y del desarrollo integral de sus pueblos, porque su rostro está herido por tanta violencia … En este contexto, la misión de Cáritas es promover una nueva civilización del amor y buscar la solidaridad. Participar en la vida social nos hace artesanos de nuestro destino común y cuidadores de los dones recibidos y transformadores de un futuro libre de violencia».
La declaración concluye con una serie de nueve compromisos asumidos por Cáritas en América Latina y el Caribe, entre los que destacan: defender y promover la primacía de la persona humana y el lugar predominante de los derechos humanos en nuestro trabajo pastoral; cuidar de la Casa Común y defender la vida en todas sus formas y en todas sus etapas, desde el compromiso con una ecología integral y en defensa de las culturas.
Finalmente, la Asamblea agradeció el mensaje enviado por el Papa Francisco en una carta respuesta que dice: «Comprometemos, como Cáritas, en todos los niveles, a seguir acompañando a nuestros pueblos, especialmente a los hermanos más vulnerables; defender su dignidad y también la vida en todas sus formas y en todas sus etapas; cuidar de la Casa Común y defender a la hermana madre tierra «.
El Congreso también fue marcado por momentos conmemorativos y orantes en los que cada país pudo compartir aspectos de la espiritualidad y devoción popular.