Fue un teólogo y filósofo católico perteneciente a la Orden de Predicadores. El principal representante de la tradición escolástica, y fundador de la escuela tomista de teología y filosofía.
Su trabajo más conocido es la Suma Teológica, tratado en el cual pretende exponer de modo ordenado la doctrina católica. Canonizado en 1323, fue declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y santo patrón de las universidades y centros de estudio católicos en 1880. Su festividad se celebra el 28 de enero.
Biografía
No ha podido fijarse con exactitud la fecha de su nacimiento, pero es probable que naciera en 1225, en el castillo de Roccasecca, Italia. Estudió en la Abadía de Montecasino y después en la Universidad de Nápoles.
Su familia pertenecía a la nobleza napolitana. Hijo de los condes de Aquino. En 1243, en medio de la oposición de su familia, manifiesta su deseo de ingresar en la Orden de Predicadores. Se comenta que incluso su madre consiguió el permiso de Federico II para que sus dos hermanos, miembros del ejército imperial, detuvieran a Tomás. Sin embargo, Tomás logra ingresar a la orden de Santo Domingo a la edad de 19 años.
En el año 1244 toma el hábito de la Orden de Predicadores y en 1245, sus superiores lo enviaron a estudiar a París, donde sus dotes de humildad hicieron que al principio su gran inteligencia y saber pasasen desapercibidos.
Sus condiscípulos llegaron a llamarlo, por su silenciosa y meditativa timidez, y su físico corpulento, «el buey mudo».
Al recibirse de bachiller, siguiendo el orden académico de la época, comenzó a enseñar en la Universidad de París, y compuso obras como sus comentarios sobre el Libro de las Sentencias de Pedro Lombardo, sobre el libro de Isaías y sobre el Evangelio según San Mateo.
Cuatro años más tarde, se le confió la cátedra de doctor, encargado de enseñar, discutir y predicar y algún tiempo después, empezó a escribir la Suma contra los Gentiles.
De 1259 a 1268, el santo era muy popular en toda Italia, país en el que enseñó y donde también predicó en muchas ciudades.
Hacia 1266, comenzó a escribir la más famosa de sus obras: la Suma Teológica. De vuelta a París, el santo continuó, en medio de sus clases, predicaciones y discusiones públicas, la redacción de la Suma, incluido el tratado de la Eucaristía.
Santo Tomás de Aquino murió en la abadía de Fossanova el día siete de marzo de 1274 cuando iba de camino al concilio de Lyon.
Después de su muerte, algunas tesis de Tomás de Aquino fueron condenadas por el obispo de París, Étienne Tempier, quien en 1277 lanzó una gran condena de 219 tesis respecto a la Universidad de París. A pesar de esto, Tomás de Aquino fue canonizado el 18 de enero de 1323 por Juan XXII. Las condenas de 1277 fueron levantadas en lo que respecta a Tomás de Aquino el 14 de febrero de 1325. San Pío V, el once de abril de 1567, lo declaró Doctor de la Iglesia. León XIII, el cuatro de agosto de 1880, lo proclamó patrón de todas las universidades y escuelas católicas.
El pensamiento de Aquino partía de la superioridad de las verdades de la fe, sin embargo, ello no le impidió presentar a la filosofía como un modo de conocimiento plenamente autónomo capaz de por un lado, concordar armónicamente con la teología y, por el otro, de tratar de forma independiente los más diversos aspectos de la realidad.
En una primera etapa (1245–1259), predomina las influencias Platónicas (Alberto Magno) y las neoplatónicas (Agustín de Hipona).
Una segunda etapa (1259–1273), sin cambiar su pensamiento precedente, domina en el filósofo el pensamiento aristotélico, logrando una síntesis entre platonismo y aristotelismo.
En este momento la universidad de París atraviesa un momento de gran inestabilidad que se manifiesta en la pugna entre franciscanos, de orientación agustiniana, y los dominicos, con fuertes influencias aristotélicas.
Tomás de Aquino realiza en esta etapa toda una síntesis de los problemas filosóficos más discutidos (fe–razón, creación, política). Entre sus obras podemos destacar: finaliza la Suma contra los gentiles, cuestiones disputadas sobre el mal, sobre el alma, opúsculos contra los averroístas, como De aeternitate mundi y el De unitate intellectus. La obra más importante de Tomás de Aquino es la Summa Theologiae (1265–1272), en la que logra una sistematización entre teología y filosofía.
Redacción libre con información de la Orden de Predicadores, Wikipedia y de Radio María de Costa Rica.