San Salvador.- El Arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, hizo un llamado a la Asamblea Legislativa para que se apruebe el «proyecto de Ley General del Agua», que fue presentado en marzo de 2012. En su habitual conferencia de prensa dominical, el último domingo 15 de septiembre, expresó que «Una vez más, alzamos la voz no solo en nombre de nuestros hermanos católicos y nuestros hermanos evangélicos, sino en nombre de todo el pueblo, para pedirle a la Asamblea Legislativa que apruebe la Ley del Agua.
Monseñor Escobar Alas recordó que hasta el momento se han aprobado ya 92 artículos de este proyecto de ley, pero que el estudio y la aprobación de esta ley no ha terminado «en un intento de aprobar una ley espuria sobre el agua, lo que significa sin decirlo, privatizar el agua».
El prelado salvadoreño pidió coherencia por parte de los diputados: «Es necesario que los diputados respondan al interés superior del pueblo salvadoreño que los eligió y garanticen el derecho humano al agua para cada uno de los salvadoreños, dando una ley general sobre el agua que sea justa».
En El Salvador, la Iglesia siempre ha sido protagonista en la demanda de una ley justa para la distribución y gestión de este recurso precioso como el agua. Hizo hincapié en esto cuando el nuevo presidente Nayib Bukele fue elegido.
Según monseñor Escobar, durante más de una década, la gente ha solicitado la aprobación urgente de una ley general sobre el agua … «ahora las mismas personas están cansadas de la falta de compromiso y disposición para legislar sobre el agua», agregó.
En su reunión con los periodistas, el Arzobispo se refirió también al tema de las pensiones: «En nombre de tantos trabajadores que lloran cuando se jubilan por la pensión injusta e inhumana que reciben, negándoles una jubilación decente a la que tienen derecho y condenándolos Para poner fin a sus vidas en la pobreza, pido a nuestro gobierno y a las autoridades legislativas que deroguen el actual sistema de pensiones, ya que es injusto, y que adopten un sistema de pensiones justo, que favorezca efectivamente a los trabajadores (y no a otros), lo que garantiza una pensión justa y digna, a la que sin duda tienen derecho».
Fuente: Agencia Fides