Caracas, Venezuela.- La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) eligió la nueva Junta Directiva para el trienio 2018-2021, que estará presidida por el actual obispo de Barinas, José Luis Azuaje, que sucede al arzobispo de Cumaná, Diego Padrón. La elección tuvo lugar en el marco de la 109º Asamblea Ordinaria Plenaria que fue inaugurada el domigno 7 de enero de 2018, en la Universidad Católica Andrés Bello.
Junto con monseñor Azuaje fueron elegidos, como primer vicepresidente, monseñor Mario Moronta, obispo de San Cristóbal; segundo vicepresidente, monseñor Raúl Biord, obispo de La Guaira; y secretario general, monseñor José Trinidad Fernández, obispo auxiliar de Caracas.
Desde el período anterior (2015-2018), Azuaje y Moronta han hecho parte de la Junta Directiva de la CEV, actuando como primer y segundo vicepresidentes, respectivamente.
Por la vida y la dignidad de los venezolanos
Tras su elección, Azuaje ha manifestado que el interés fundamental de la Iglesia venezolana no es otro que «seguir trabajando en función de favorecer la vida de la gente» y «resguardar la dignidad y la vida de los venezolanos».
En este sentido, de cara a los desafíos que representa la reactivación de la economía de la nación, la generación de empleo y las necesidades del pueblo, incluyendo su seguridad, manifestó que es prioritario «pensar y actuar en función a sus preocupaciones. En el país no solamente necesitamos un cambio de modelo económico, sino también un cambio de modelo político, porque nos hemos deteriorado bastante».
Fuerza para defender los derechos humanos
Antes de la elección de Azuaje, durante la eucaristía de apertura de la 109ª Asamblea, el pasado domingo 7 de enero, el cardenal Jorge Urosa Savino se había referido al importante papel que desempeñarán las nuevas autoridades de la CEV, en su servicio a «la obra común de la Iglesia», tanto en la «labor evangelizadora y santificadora», como en la tarea de «confrontar y consolar a nuestro pueblo que sufre tanto dolor actualmente, y seguir trabajando con fuerza para defender siempre los derechos humanos de todos los habitantes de Venezuela».
La defensa y la promoción de los derechos de los venezolanos de cara al actual gobierno de Nicolás Maduro, como tal, es uno de los mayores legados que deja la presidencia de Diego Padrón, al concluir dos períodos consecutivos (2013-2015 y 2015-2018) al frente de la institución más representativa e incidente de la Iglesia católica en Venezuela.
El próximo 12 de enero, al cierre de la 109ª Asamblea de la CEV, se espera un pronunciamiento de los obispos –a modo de exhortación pastoral– frente a la realidad que atraviesa el país.
Fuente: Vida Nueva digital